Hace poco me di cuenta de que soy una de las peores versiones de mi misma posible. Uno nace con ciertas características, pero construye a lo largo de la vida la persona que es. Por mi parte, yo nací en las mejores condiciones, y fui genéticamente favorecida. La materia prima de mi persona es de la mejor calidad, apta para crear lo que quiera (con algunas limitaciones, por supuesto, aunque no muchas). No se puede construir una mansión de paja, aunque tampoco teniendo los mejores ladrillos y un mal arquitecto. A pesar de esto, soy una persona bastante mediocre, y no me refiero a las calificaciones en el colegio, porque sinceramente, me cago en eso. Es algo que va mucho más allá. Me quedo estancada por comodidad, no me esfuerzo en nada, dejo que el tiempo, y la vida, pasen, sin hacer nada al respecto. Dicen que el tiempo lo cura todo, aunque para mí no es el tiempo, sino lo que hacemos con él, lo que cura. Asimismo, es lo que hacemos con nuestro tiempo lo que nos construye. Cada uno es dueño de su reloj, sólo hay que saber aprovecharlo.
De ahora en más voy a intentar dar lo mejor de mí, en todo momento.
Chau mundo, te quiero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario