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Y bueno, llegó el momento  en que todos decimos las mismas frases trilladas de cuando termina el año y tenemos un millón (o no tantas) expectativas para el año que empieza, y notamos todo lo que vivimos en el año. No quiero que sigan pasando los años porque cada vez el cambio entre año y año va a ser más gradual, le voy a ir restando importancia a las cosas, y me voy a ir sorprendiendo cada vez menos, las cosas nuevas van a ser ínfimas. O al menos eso es lo que noto en los demás, y cada vez estoy más cercana de ser adulto, y de que todo me parezca una pelotudez menos pagar las cuentas y trabajar.

Debería comentar algo sobre cómo fue el año o qué aprendí, formalidades necesarias para que yo pueda respirar tranquila sabiendo que el año no terminó sin dejarme nada. Sí loco, me dejó muchísimo, logré muchísimo. No puedo enumerar las cosas porque son mayoritariamente abstractas, sé que fui muy muy muy extremada e inmensamente feliz, así como estuve bastante deprimida algún mes de mierda.
Bueno me da mucha paja todo esto, conclusión: chau mambos, chau minitahs, aprendí a valorar las cosas mientras las tengo y a no ahogarme en un vaso de agua como antes, a respetar las opiniones y existencias de los demás sin menospreciarlas (eso hace unos días igual, espero que me dure)
Para este año sólo pido poder disfrutar de mi primer año de facultad, le tengo muchísima, muchísima fe a todo lo que se viene. Estoy eufórica de felicidad de haber terminado la secundaria, no daba para más esta etapa, estaba casi terminada desde el primer día de quinto, fue un año de despedida constante. LOCO, HOLA, VOY A IR A LA FACULTAD, YA SOY UN SER HUMANO CON VOLUNTAD PROPIA Y LIBERTAD DE ELECCIÓN. Na, joda, esa no me la como, esas cosas no existen (aunque ahora estoy más cerca, espero). Espero ser capaz de cambiarme de carrera, porque sinceramente estoy bastante insegura de mi elección. Pero eso es un tema aparte. Sólo quiero estar contenta y conforme con mi existencia, y hacer sólo aquello que me haga bien.