Three Mile Smile

Holi, estoy de muy buen humor. No ocurrió nada especial en mi vida que pudiera provocarme alguna clase de felicidad, sino que pintó el positivismo. Lo extraño es que no estoy en un estado de euforia, manía e hiperactividad, como suelo estar cuando me siento feliz, sino que estoy tranquila. Estoy feliz porque tengo un futuro increíble esperándome. El 28 de octubre viene Aerosmith (no tengo la plata, ni mi madre me deja ir porque queda en la plata, pero de alguna forma iré, no cabe la menor duda). Está por cerrar el trimestre, durante el cual salí casi todos los fines de semana, no estudié un carajo y no me quedó ninguna baja. Tengo un par de ideas para pasar unas piolas vacaciones de invierno, y miles para las de verano (naaa, van a ser lo más). También me pone muy pero muy feliz saber (aunque todavía no me dejen tampoco) que en vez de ir a Bariloche de viaje de egresados con un curso de mierda, voy a ir a New York con una de mis mejores amigas (y tal vez alguna más se sume), comprarme mil millones de pelotudeces, sacar fotos increíbles y conocer personas de todo el mundo. También me alegra haber retomado el gimnasio y empezar a cuidarme un poco, porque para las vacaciones voy a estar perfecccta. Y aunque sea una preocupación, me gusta tener que elegir la carrera que voy a estudiar en menos de dos años (y más que nada, terminar esta secundaria de mierda y no pisar en lenguas nunca más en la vida). 

Bueno no sé, estoy bien por primera vez en bastante tiempo y le quería dar algún sentido a eso.