3.2.11

Claro, el problema es que no quiero realmente lo que digo querer. Me convencí de que tal o cual cosa es lo mejor que me puede pasar, entonces me encapricho con eso. Pero cuando lo consiga, no me va a dar ninguna satifacción, porque no era lo que genuinamente quería. Carajo, cada día tengo un desastre más grande en mi cabeza. Debe ser el aburrimiento, o el esfuerzo sobrehumano que estoy haciendo para mantenerme despierta hasta tarde, para que el día de mañana sea más corto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario